miércoles, 13 de enero de 2010

El gran debut.

No se pregunten que es esto ni que hacen aquí, porque ustedes entraron bajo su propia cuenta y riesgo. Hoy es el gran de debut y quien quiera puede celebrar – o en su caso – enojarse conmigo.

Pero bueno, a lo que venimos. Realmente estoy aburrido del guatemalteco que estafa a otro guatemalteco ¡Me parece absurdo y estupido! Les cuento que la última semana me dirigí a la empresa Arusa, en donde me dispuse a comprar un repuesto para mi carcachita Toyota Corolla 1982.

Llegué y pedí el respuesto, 250 verdes chapines me parecieron un precio justo. Solicité que probaran el mismo y de entrada todo bien. Hicimos negocio y salí para mi hogar a que mi mecánico colocara la pieza y así al fin, luego de dos semanas, poder volver a usar mi viejo, pero muy útil, carrito.

Resulta que cuando mi mecánico coloca el repuesto, el mismo dejó de funcionar correctamente. Luego de revisarlo descubre que el mismo por dentro estaba todo destruido y hasta quemado.

Llamo para reclamar a esta empresa – les repito el nombre ARUSA para que no vayan – y el dueño del local me dice todo prepotente y posteriormente riéndose: “Acá se probó el repuesto y funcionaba. Que dejara de hacerlo pronto no es problema nuestro, por lo cual ni podemos devolverle el dinero, ni cambiárselo. Si gusta llame a los imbeciles de la diaco, ellos no le resolverán nada”. Colgó.

Lógicamente llame a la Diaco para reclamar y lo hice también de manera electrónica. Me solicitaron mi factura para comprobar la compra, entregué una copia y quedaron de investigar el tema.

Pero como tengo claro que vivimos en Guatemala, lo único que me queda es prevenir a los que conozco y quiero sobre este tipo de “gente”, que lastimosamente es una estafadora en todas sus letras.

Cuando necesiten repuestos para sus carritos, mejor vayan a otros lugares, porque estos señores de Arusa lo único que merecen es que la Diaco les cierre el local y los encarcele por estafadores.